Hace poco más de 60 años Maria Galland creó el primer tratamiento de su marca, Méthode Mosaïque modelante, hoy es el tratamiento estrella de la firma, cuya piedra angular se basa en su mascarilla termo activa, que en 1963 cuando se creó fue la primera en el mercado.
Maria Galland aplicaba este tratamiento a sus amigas ( incluida la misma Coco Chanel) y pudo comprobar los excelentes resultados que obtenía.
Hoy en día ese tratamiento se ha reformulado para mejorarlo notablemente, y se presenta una nueva fórmula de 3-Masque Modelant.
Con sólo 6 ingredientes, un protocolo manual completamente y un efecto térmico controlado calmante que activa los resultados.
Y hoy quiero contarte mi experiencia con este famoso ritual de la firma parisina, ya que tuve la suerte inmensa de probarlo en las cabinas del Hotel St Regis Mardaval en la isla de Mallorca que trabajan todos los protocolos de Maria Galland.
Un tratamiento que combina en primer lugar el diagnóstico personalizado de la piel, movimientos que se inspiran en la danza clásica y la aplicación de la mascarilla autotérmica.
Mi Experiencia con el Méthode Mosaïque Modelante
El ritual comienza con una limpieza profunda, aplicando los limpiadores que se adaptan a mi piel en rostro, cuello y escote con un ligero masaje en el que se utilizan dedos o palmas de las manos para ejercer presión y modelado, esto prepara la piel para recibir los principios activos de los productos elegidos.
Después de esto se prepara la Masque Modelant, un polvo muy fino que al añadirle agua se convierte en una pasta fluida, se aplica en rostro, cuello y escote y se evitan contorno de ojos y labios.
En unos minutos esa pasta se convierte en una máscara o una careta, literal, como podéis ver en la imagen, que hace retener los principios activos de los productos.
Desde el momento de la aplicaron comencé a notar el calor de forma progresiva.
Los resultados son bastante visibles, en mi caso en concreto noté la piel mucho más iluminada, hidratada y sobre todo descansada.
Destacaría el "efecto glow" la piel tiene una luz increíble.
Es un protocolo de 90 minutos, en mi caso esa fue la duración. Fue no sólo fabuloso para mi piel, también lo fue para mi mente. 90 minutos de relax absoluto y ahora comprendo por qué este tratamiento sigue vigente 60 años después, es de los mejores que he probado nunca.
¡Gracias Maria Galland por tan maravillosa experiencia!
Últimamente me noto la piel súper mal y creo que me vendría genial algo así.
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