Cómo afecta el tabaco a la piel del rostro

Fumar es malo, esto no es una novedad, es muy malo para la salud principalmente, para el bolsillo y además es una exclavitud. 

He sido fumadora durante muchos años, lo dejé hace más de dos años, es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida, aunque no voy a negaros que sigo pensando en lo que me gustaba mi cigarrillo con el café por la mañana.

Pero me siento libre y eso, no tiene precio. Y si hay algo en lo que he notado mucho, es en mi piel, no os imagináis lo que mejora en todos los aspectos. La tengo mucho más hidratada, más luminosa y menos apagada.

Así que este post no os va a decir nada nuevo sobre los efectos nocivos del tabaco, pero si quiero que sepáis como le afecta a la piel y como podemos combatirlos con medicina estética.

El tabaco y la piel

-Donde más notarás los efectos del tabaco es en la piel del rostro, aparecen mucho antes arrugas y líneas de expresión. A la piel le falta oxigeno y nutrientes provocado por la nicotina, el estrés oxidativo del humo y esto se traduce en un envejecimiento prematuro de la piel, se reduce la producción de colágeno y elastina.

-Pigmentación: el tabaco dificulta el riego sanguíneo y por la rotura de venas y capilares aparecen las manchas. El cigarro encendido oscurece el tono de los labios y por supuesto aparecen arrugas, el llamado vulgarmente  código de barras de la parte superior del labio.

-Cicatrización: a raíz de la reducción del flujo sanguíneo se pueden presentar problemas para que la piel se recupere de un traumatismo, imperfección o intervención quirúrgica.

Hidratación: en este apartado me siento especialmente identificada. A los fumadores les cuesta mucho mantener la hidratación de la piel. Es cierto, yo tenía mucha tendencia a tener la piel deshidratada, siempre muy seca, demasiado. Esto se debe a la inhalación del humo.

Si te sientes identificada con alguno de estos puntos o en todos, tienes que ponerte manos a la obra y cuidar esa piel, en Clínicas Dorsia tienen un catálogo de tratamientos para contrarrestar todo el daño que hace o ha hecho la nicotina en tu piel.